Hoy os enseño paso a paso cómo darle un nuevo aire a una silla vieja para que tenga un nuevo aspecto.
Ésta es la silla que restauré. La encontramos en la calle.
Lo primero que hay que hacer a la hora de restaurar un mueble de madera es mirar si tiene carcoma. Se identifica fácilmente, si la madera tiene unos agujeritos redondos es que sí. Para saber si la carcoma está viva tenemos que mirar el agujero, si tiene color claro o saca polvo es que la carcoma está viva.
Para matarla, se pueden aplicar productos anticarcoma con una jeringa dentro de cada agujero, pero lo que es más efectivo es es «Shock térmico»que consiste de congelar la carcoma al vacío (hay lugares específicos donde lo hacen).
Nuestra silla en concreto le tuvimos que realizar éste proceso ya que tenia mucha carcoma viva.
El siguiente paso es decapar. Es muy importante protegerse las manos con guantes de cocina, ya que éste producto quema la piel.
(Éstas fotos son del decapado de otro objeto de madera, ya que el día que decapé las sillas se me estropeó la cámara, pero el proceso es el mismo.)
Primero aplicamos el decapante con un pincel. Dejamos que el decapante actúe durante unos minutos, luego con una espátula retiramos el excedente de producto, y con un estropajo de aluminio (como el de la fotografía) quitamos el barniz de la pieza.
Se frota siempre en dirección de la veta, para que no se vean lineas en la madera, y se empieza por los extremos.
Comprobamos si hay alguna pata suelta, y en este caso nos encontramos con una. Se quita la pata, se limpia bien el orificio, colocamos cola en el agujero y procedemos a insertar la pata. Luego se tiene que dejar unas horas apuntalado para que actúe y seque la cola.
Separamos las piezas que se pueda y le aplicamos pintura selladora de imprimación a todas las piezas. Con un par de capas es suficiente. La selladora facilita la adhesión de la pintura que aplicaremos posteriormente.
La selladora se aplica mojando poquito el pincel y pintando en el sentido de las vetas de la madera.
Una vez la selladora ya está seca, aplicamos la pintura al agua del color deseado. En este caso opté por un esmalte satinado color blanco piedra de la casa Titanlux.
Se aplica de la misma forma que la selladora.
Una vez seca la pintura, con un papel lija finito quitamos los excedentes de pintura que nos hayan quedado, para que la silla quede lisa. Si es necesario dar algún retoque de pintura se da.
Al montar la silla debemos fijarnos si los tornillos están oxidados. En este caso, los pasamos en círculos por un papel lija del 100 hasta que el óxido desaparezca.
Luego ponemos un poco de cera en la cola de los tornillos para que entren bien en sus ranuras.
Y de este modo será más sencillo entrar los tornillos. Si había embellecedores (cómo los de la fotografía) hacer el mismo proceso de lijado en el caso de que hubiera óxido.
Colocamos de nuevo las piezas en su sitio.
¡Y ya tenemos sillas nuevas!
