Hola! Hoy os mostramos uno de los nuevos proyectos que hemos realizado este pasado año.
Nuestra clienta necesitaba disminuir la altura del escalón que da acceso a la terraza. Inicialmente hacía unos 24 cm, y lo redujimos a dos escalones de 12cm.
Al tener un niño pequeño que justo empieza a gatear, podía llegar a ser peligroso.
Para ello, montamos una tarima de madera que le creara un doble nivel, y al mismo tiempo, le diera un nuevo aire al ambiente.
A continuación, os muestro el proceso.
Los materiales usados fueron; placas prefabricadas de 100 x 100 cm de madera, barras de madera de 6 x 4 cm para dar altura a la tarima y hacer la estructura, cola de sellado Sikaflex, tornillos y una lámina de madera para el remate final.
Las barras de madera las compramos de 3 mts de largo, para así poderlas cortar a la medida que nosotros necesitábamos.
Para hacer la estructura de la tarima, son necesarios tres travesaños por cada placa de 100 x 100, y luego para darle más altura, piezas mas cortas para subir el travesaño.
La altura que escogimos era de 12 cm para poder igualar la tarima a otro escalón saliente de la cocina, como podemos ver en la imagen superior.
Colocamos las placas para situar la zona de actuación.
Para fijar los travesaños, aplicamos la selladora en las piezas pequeñas para unirlas a las barras de un mt. Esta cola tarda mucho en actuar, pero una vez sellada es muy resistente, de modo que era muy importante colocar bien todas las piezas, y dejar actuar durante unas horas. Para asegurarnos, lo dejamos actuar dos días, ya que al comprobar al primer día su estado, alguna pieza aún se movía.
Una vez bien fijas las piezas de los travesaños, procedimos a pegar estos mismos al suelo, siguiendo el mismo procedimiento.
En la imagen siguiente vemos como los primeros travesaños ya estaban pegados al suelo, y para dar resistencia les pusimos sus respectivas tarimas encima. Y vemos como las siguientes están a punto de ser pegadas.
Es muy importante antes de pegar las piezas al suelo, marcar con un lápiz dónde debe ir cada una, para no tener sorpresas posteriormente, ya que las piezas de la tarima irán atornilladas a los travesaños, y deben estar colocados exactamente en su lugar.
Ayudamos a los travesaños más rebeldes haciendo presión con unas piedras para que la pieza se enganchara perfectamente al suelo.
El siguiente paso es agujerear la tarima. Cada lama de madera debe tener dos agujeros por banda, para que la madera quede bien sujeta y no tienda a deformarse por los lados en forma curva.
Como comentábamos anteriormente, las tarimas se unen en un mismo travesaño, por eso es muy importante colocarlos bien, para que las piezas encajen a la perfección, y podamos atornillar cada una de ellas.
Una vez atornilladas todas las piezas, queda por tapar el borde con una lama de madera, ya que sino queda la estructura vista, como en la imagen inferior.
¡Y una vez ya la tuvimos colocada, reorganizamos un poco los muebles, colocamos un césped para embellecer visualmente el ambiente y este es el resultado, espero que os guste!
Dori ha sido nuestra pequeña ayudante.
¡Ahora solo les queda disfrutar de las tardes y mañanas al sol!